Dirigida a los niños entre los 3 y 7 años.
El objetivo principal es desarrollar las capacidades expresivas, musicales, intelectuales y motrices en cada una de las fases del crecimiento.
El niño se impregna de la materia prima de la música: EL SONIDO. Lo descubre, lo explora, lo manipula, lo conoce e incluso lo crea. Sentir la música en su cuerpo, expresarse a través de ella y hacer que sea parte de sí mismo es su objetivo.
La clase se plantea como un puro juego, porque a través de éste, los niños crecen, aprenden a utilizar sus músculos y desarrollan el sentido del dominio de su cuerpo, algo que posteriormente facilitará la práctica instrumental.